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Esta es mi historia

Actualizado: 31 jul

La montaña era algo que siempre me había gustado pero de jovencito lo tenía como algo más lúdico y relajante, a pasar un día, irme de acampada con los amigos, siempre he tenido pasión por la naturaleza, conocerla y comprenderla.


Aunque ya había hecho alguna pequeña ascensión a algún monte de alrededor, oficialmente me metí en el mundo de la montaña cuando tenía sobre 26 años  en el 97 o así y subí el Puig Campana por primera vez, con dos amigos, por la cara norte y por medio de la pedrera, cuanto sufrimiento para subir (dos pasos para adelante y uno para atrás) y qué premio cuando llegué a la cima y conseguí ver el mar. Sentí que había hecho algo grande, y aquello me enganchó. Por aquel entonces subía muy esporádicamente a la montaña, ya que era la época que estaba en pleno apogeo en el fútbol sala. Pero cuando salíamos era de la misma manera, subir por donde creíamos cualquier cima, Serrella, Maigmó, Sagra… Hay que tener en cuenta que no había todavía móviles, prácticamente no se conocía internet a nivel usuarios, y no pertenecíamos a ningún club de montaña, por lo tanto la información era escasa, subíamos por donde creíamos.

A partir de ahí todo fue un proceso natural (mi proceso natural) de aprendizaje en la montaña.....



Primeros inicios
Primeros inicios

Primer aprendizaje - Descubrimiento

Por el 2001 entré a trabajar en el Centro de Información Juvenil de Ibi, por lo tanto llegó a mis manos la guía de Senderos en Alicante y el GR-7, era una época en la que salía muchas veces en solitario, por lo tanto empecé a seguir los PRs y GRs y a interpretar sus señales. Realicé el GR7 en solitario por la provincia de Alicante.


GR7 por la provincia de Alicante
GR7 por la provincia de Alicante

Segundo aprendizaje - Formación

A través del mismo Centro Juvenil me apunté al Voluntariado Medioambiental del Ayuntamiento de Ibi donde nos formamos en Orientación, Meteorología, Radiocomunicaciones y Primeros Auxilios... Sobre todo lo que me gustaba era saber interpretar un mapa cartográfico, me sentía poderoso y un afortunado el saber leer y tener los diferentes mapas de mi alrededor, en principio eran los del ejército 1:50.000 y luego pasé a los 1:25.000. Comencé a realizar mis propias rutas por las montañas alicantinas, ya no necesitaba seguir un PR, podía improvisar, crearme mis propias rutas, estudiar cual podía ser la mejor opción, saber los kilómetros que iba hacer y desnivel realizado. Así he conocido prácticamente todas las sierras alicantinas.



La formación en montaña crea autonomía
La formación en montaña crea autonomía

Además iba recopilando todo tipo de información sobre las montañas a las que iba, a través de Internet (que ya empezaba a utilizarse a nivel usuario) y también de libros y guías. Me encantaba saber todos los aspectos que envolvían una montaña (rutas, fauna, flora, geología, patrimonio, historias...)



Tercer aprendizaje - Interpretación

Al igual que uno va por la ciudad y sabe leer todo lo que se encuentra, en la montaña quería hacer igual, sobre todo en la flora, quería conocer las plantas, árboles y arbustos que me encontraba en el camino, así que me dediqué también en mis salidas en solitario a fotografiar las distintas plantas que veía y a identificarlas a través de guías de botánica, así aprendí a reconocer un alto porcentaje de especies que existen y a interpretar el paisaje de la montaña alicantina. (Hay que tener en cuenta que hace 20 años no existían las aplicaciones que hay ahora y que nos facilitan el reconocimiento de la naturaleza)




Conociendo sobre la flora mediterránea
Conociendo sobre la flora mediterránea

Cuarto aprendizaje - Técnica

La montaña me estaba llenando mucho, además del aprendizaje también ganaba en habilidad y conocía otras disciplinas, alpinismo a pequeña escala, pues todos los años íbamos a subir la cara norte de la Sagra, un 2.000 de Granada que para los alicantinos nos pilla cerca. Empezaba a familiarizarme con el piolet y los crampones.

La montaña también me estaba dando nuevas amistades además de los dos primeros amigos con los que me inicié.


Cara norte de la Sagra
Cara norte de la Sagra

Hora de dar un pequeño salto

Era hora de conocer los Pirineos y demás cordilleras de España, así que a partir del 2008 empezamos a organizar con los amigos travesías de 4 o 5 días en verano para ir conociendo estas montañas. Pirineos, Sierra Nevada, Picos de Europa, Sistema Ibérico, Gredos, Guadarrama... Prácticamente he estado en todas las cordilleras. Lo primero era conseguir el mapa de la zona, luego a través de de libros y guías de la zona (después por internet) me informaba de todos los aspectos de la zona (biodiversidad, geología, historia...) era un privilegio ir a recorrer una zona de montaña habiéndote informado antes. A veces daba la sensación de haber estado antes allí.

Comencé distintos proyectos, por un lado estaba terminando todos los miles de la provincia de Alicante y por otro comenzando los techos de España, es una manera de conocer nuestro territorio a través de las montañas. Actualmente estoy a mitad de ellos, es un proyecto que voy realizando sin prisas.






La montaña puede ser un modo de vida

Cuando me retiré del fútbol sala, me estaba dando cuenta que la montaña me estaba dando mucho y quería dedicarme más tiempo a ella.

Sobre 2010 me creé un blog donde quería dar información sobre las montañas alicantinas y en 2014 pasé a tener la web de entrecumbres, con la intención de ser una web de referencia de las montañas alicantinas y venta de camisetas con dibujos de las montañas más emblemáticas de Alicante y de España. Reconozco que se quedó en un intento para ser una web de referencia en cuanto a información (por aquel entonces, se estaban fraguando varios blogs y webs de información que hoy por hoy son nuestra referencia para las salidas a la montaña) , y sobre la tienda online pienso que no supe transmitir el valor que tiene hoy en día la montaña para que fuese un producto atractivo (Pero para eso estoy aquí, para volver a intentarlo)


Marca Entrecumbres
Marca Entrecumbres

Por el 2014 di un salto más y pasé de la barrera de los 4.000 m subiendo al Toubkal en la Cordillera del Atlas, fue una experiencia inolvidable. Más amistades se iban incorporando a mi círculo. Además estaba conociendo nuevas disciplinas en la montaña (escalada, barrancos, ferratas y sobre todo crestear)




Iba creciendo en mi mundo particular que era la montaña, estaba en plena ebullición, acababa de salir de mi país para realizar una pequeña expedición, estaba en pleno apogeo de la web de entrecumbres y estaba empezando a crear marca, iba aprendiendo nuevas disciplinas en la montaña, estaba enfocando mi vida hacia la montaña, pero se fue todo al traste...


El "Cortocircuito"

Siempre cuando contamos nuestras experiencias hablamos de los logros, y obviamos la parte más dura. Por mis primeras experiencias en alta montaña, la verdad, he sufrido mucho; por peso, cansancio extremo, noches sin dormir antes de una potente actividad, nuevos peligros, incertidumbre, responsabilidad de la ruta. Los nervios me dominaban y eso se repetía en muchos viajes, así que me cansé y decidí no ir a los viajes que se me presentaban, a partir de 2017 perdí experiencias con mis amigos a los Alpes y otros destinos y en 2019 colapsé.

Dejé que me venciese el miedo, por lo que me sentía mal porque había dejado de hacer lo que más me gustaba. Por un lado estaba cómodo sin salir de la zona de confort, pero por otro lado estaba perdiendo mi esencia y eso me hacía cada vez más débil e irritable, por lo que decidí buscar ayuda para volver a pillar esa confianza que me caracterizaba...


Refugio en Vignemale
Refugio en Vignemale

El "Apagón"

Cuando parecía que empezaba a resurgir, para seguir haciendo montaña, como a tantos otros me pilló el Covid, de hecho fui uno de los primeros en cogerlo "oficialmente", estuve 10 días con fiebres altas sin comer prácticamente nada hasta que me ingresaron con neumonía bilateral. Después de 6 días ingresado me dieron el alta saliendo negativo en el test, por lo que pensaron que no lo tuve. Comenzó el confinamiento. Ingresaron a varios miembros de mi familia, de entre ellos mi madre, la cual falleció días después. Vivir un confinamiento no es agradable, pero menos aún para una persona que todavía está enferma, por lo tanto muy floja, con una enfermedad que por su desinformación no sabías en aquel momento si te ibas a recuperar, con el duelo de un ser querido fallecido, con la etiqueta de haber sido tú el apestado que ha traído el covid a tu población (cuando no fue así.) Quise fortalecerme durante ese proceso, pero hubieron tantas bofetadas seguidas que me hundieron en lo más profundo de mi ser.

Estuve con tratamiento psicológico y a pesar de estar hundido, gracias al apoyo de mi familia me aferré a lo que más me gustaba, que como no, era la montaña.

Cuando ya se podía salir empecé a caminar, al principio no podía ni avanzar 100 metros sin cansarme, pero poco a poco fui recuperándome físicamente, aunque me costó más de 6 meses y aún notaba ese agotamiento extra. Al principio estas salidas las hacía sin ganas, pero salía. También retomé la escalada y sinceramente ha sido mi mayor ayuda, pues me centré en ella y he evolucionado bastante desde entonces, perdí bastante miedo del que tenía antiguamente y comencé a realizar vías de primero que antes hacía sólo de segundo.



Via África - Agujas Rojas
Via África - Agujas Rojas

El caso es que iba cogiendo confianza y a hacer cosas que antes no me imaginaba, como por ejemplo escalar una pared de varios largos.

Si algo aprendí con la pandemia es que nunca me daría por vencido, siempre es mejor estar activo, buscar soluciones y atreverse con lo desconocido, pues una vez enfrentado tus miedos consigues más confianza y seguridad en tí mismo.

Por fin volví a Pirineos, era una cuenta pendiente, pues la última vez que estuve no había subido, estuve en los Infiernos y el Midi d'Ossau, era una prueba de fuego para mí, la superé con creces y a partir de ahí me sentí más tranquilo.




La "ReConexión"

A pesar de mis nuevos logros en montaña, el covid me había dejado todavía "aturdido psicológicamente" y me encontraba como perdido, me estaba planteando muchas cosas en mi vida que ni antes me planteaba, necesitaba una brújula, algo en lo que creer, renovarme como persona, buscar un propósito... Y así fue como pensé en que quería ser Guía de Montaña, a partir de ese momento mi brújula interior fijó un rumbo, me centré y empecé otra vez a encontrarme a mí mismo.


Cresta Cabrones-Torre Cerredo
Cresta Cabrones-Torre Cerredo

Era necesario contaros este resumen de mi vida montañera para que me conozcáis mejor y que comprendierais el porqué de querer ser guía de montaña. Quiero estar en contacto con la montaña, acabar mis últimos años de trabajo en algo que me llene, como ese dicho que dice "quiero morir con las botas puestas" y no estar lamentándome de lo que podía haber hecho.


Escalada en el Puig Campana
Escalada en el Puig Campana

Quiero transmitir mis conocimientos y experiencias a los más pequeños, los valores de la naturaleza, el respeto a las montañas, el afrontar nuestros miedos, la felicidad que supone estar en contacto con la naturaleza. Siempre he dicho que el reto de subir una montaña es una metáfora de la vida misma, durante la subida pasas por muchos estados de ánimo, hasta que al fin, después de mucho sacrificio consigues llegar a la cima y quedarte en paz contigo mismo.



Ruta de cuento
Ruta de cuento

Y aquí estoy, siendo Técnico Deportivo de Media Montaña a través de la FEMECV, con un curso de Guía de Naturaleza, Monitor de Ocio y Tiempo Libre y la experiencia de mis años trabajando en un Centro de Información Juvenil repleto de actividades con jóvenes en la naturaleza.


Miguel Ángel Castellar Sánchez
Miguel Ángel Castellar Sánchez

Cuando se contrata un guía de montaña es elemental que tenga la titulación requerida, la formación adecuada y conocer su profesionalidad, pero además pienso también que es bueno conocer la parte más humana de la persona que contratas, por eso me descubro ante vosotros.

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